4. Proyectos translocales y parainstitucionales

4.2. Immigrant Movement International

«Considero mi trabajo como una práctica educativa pero no como didáctica. Mi relación con la educación creció de forma natural. Durante mi primer trabajo fui profesora de jóvenes encarcelados. No estaban tras las rejas, era una cárcel blanda. La prisión era una escuela. La primera vez que intenté implementar la educación artística fue en estas circunstancias. […] La enseñanza es increíble para mí porque puedo dialogar con la próxima generación. Al comenzar, pude ver cuán anticuadas eran mis ideas y pude desarrollar pensamientos que no habría tenido de otra manera. La educación siempre ha sido parte de mi vida». 

Bruguera (2017)

Immigrant Movement International Queens, de Tania Bruguera, Nueva York (2011)
Fuente: https://creativetime.org/wp-content/uploads/2011/01/2011_IMI_alt.jpg.

Immigrant Movement International es un proyecto a largo plazo de la artista Tania Bruguera que surge en 2011 y se realiza en colaboración con el Queens Museum of Art de Nueva York. El proyecto se inicia a partir de la puesta en marcha de un espacio comunitario abierto para el vecindario multirracial y multinacional del barrio Corona en el borough de Queens, en Nueva York. Originalmente, se ofrece como un espacio a partir del cual se organizan una serie de talleres para inmigrantes, como clases de inglés, la introducción a temas legales y consejos para encontrar trabajo en la ciudad. De esta forma, el espacio se convertirá en la sede del proyecto. El proyecto tiene un precedente en la práctica de Bruguera. En 2006, la artista funda el Partido del Pueblo Migrante (MPP) con el objetivo de crear una nueva forma de organización política. Esta experiencia la llevará luego a crear el Movimiento Internacional de Inmigrantes de Queens, el cual no solo es un proyecto de arte, sino que aspira a convertirse en un movimiento social. La experiencia en Queens le ofrece la posibilidad de involucrarse con distintas comunidades locales e internacionales, pero también con organizaciones sociales implicadas en la reforma migratoria a nivel estatal (en Estados Unidos) y también a nivel internacional, animando a los inmigrantes implicados en el proyecto a reflexionar sobre los valores y condiciones en común y fomentar lazos y relaciones dentro de la comunidad, e incluso más allá de esta. En este sentido, y como apunta Han Ulrich Obrist, el proyecto aplica «la política como arte, sobre el terreno, cambiando la vida» (Ulrich Obrist, 2017).

Esta iniciativa se enmarca en la categoría de «arte útil» que la artista emplea a la hora de desarrollar diversas actuaciones entre el arte y el activismo y que surgen a modo de respuesta ante necesidades específicas demandas por parte de los y las participantes del proyecto. Entre otras iniciativas de «arte útil» de la artista, se incluyen  School for Behavior Art (‘Cátedra Arte de Conducta’), 2002, un programa educativo independiente basado en la conversación como método pedagógico y que trataba, desde un diálogo intergeneracional, de incentivar prácticas artísticas relacionadas con aspectos sociales y políticos en el contexto cubano; The Institute of Artivism Hannah Arendt (INSTAR), una nueva organización educativa independiente erradicada en La Habana y que se inicia con una lectura colectiva de unas cien horas del libro Los orígenes del totalitarismo, de Arendt, cuyo objetivo comprendía el instituirse como «un eje de alfabetización cívica en Cuba» y generar «la pérdida de miedos a través del activismo pacífico e intervenciones artísticas» (Ulrich Obrist, Ibid.); o la Escuela de Arte Útil, una escuela de verano alternativa en Cuba con una duración de ocho semanas y organizada en colaboración con Yerba Buena Center for the Arts, en San Francisco, cuyos objetivos pedagógicos se centraban en la convicción de que «toda obra de arte es potencialmente útil, y cómo el arte puede ser una herramienta de cambio social» (Westin, 2017).

En 2013, la artista aplica su concepto de arte útil sobre la noción de «museo» y desarrolla el proyecto «Museum of Arte Útil» en el Van Abbemuseum, de Eindhoven. En este contexto museístico, Bruguera presenta un archivo que abarca casi dos siglos de obras de arte útiles y que incluye casos de estudio de arte útil que de diversas maneras han creado, imaginado o implementado resultados beneficiosos a la hora de producir tácticas para generar cambios en la forma en la que actuamos en la sociedad. Los casos de estudio se presentaron como procesos abiertos que fueron analizados y activados por los usuarios y usuarias del museo. Este proyecto inquiría directamente sobre la noción de «museo» y sobre sus usos y funciones en la sociedad. Más tarde evoluciona en la Asociación de Arte Útil y se crea una organización internacional con el propósito de promover el arte útil y continuar con la reflexión de la relación entre arte y cambio social.