3.4. Grupo de Arte Callejero. Comisión antimonumento a Julio Argentino Roca
GAC (Grupo de Arte Callejero / Street Art Group) actualmente incluye a Lorena Bossi, Carolina Golder, Mariana Corral, Vanesa Bossi y Fernanda Carrizo. GAC se formó en 1997, cuando eran estudiantes de Bellas Artes. En 1998 comenzaron a participar en los escraches (protestas callejeras denunciando a los perpetradores impunes) del colectivo HIJOS. En 1999, su obra Carteles de la Memoria fue seleccionada para ser colocada en el Parque de la Memoria. Dos grandes temas atraviesan su trabajo: primero, la denuncia de los crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos durante la última dictadura cívico-militar, y segundo, la lucha contra las políticas neoliberales. El lenguaje artístico que utilizan se basa generalmente en la tergiversación de códigos urbanos, considerando elementos local y territorialmente específicos en sus dimensiones psíquica, social y subjetiva. Su trabajo recupera el conocimiento popular y es de carácter anónimo, generado mediante procesos colaborativos. Se ubican dentro de una genealogía de prácticas artístico-políticas que se dieron en varios países de América Latina en la lucha contra el imperialismo y las dictaduras de los años sesenta, setenta y ochenta, así como parte de un movimiento que continúa en la actualidad mediante actos de resistencia. En 2017 abrieron una retrospectiva, Liquidación por cierre, en el Parque de la Memoria (Buenos Aires), que presenta veinte años de su trabajo.
Roca es considerado un prócer nacional y su figura es exaltada tanto por los manuales de historia como por los sectores reaccionarios de la sociedad. Entre sus grandes obras se encuentra la llamada «Campaña del Desierto», es decir, la extensión de la frontera del naciente Estado argentino, a costa del exterminio de las poblaciones originarias de la región pampeana y patagónica. Las tierras usurpadas fueron repartidas entre la oligarquía criolla durante el siglo XIX, cedidas en retribución a los militares vencedores y vendidas a empresas extranjeras, entre ellas la Compañía Argentina Tierras del Sur, actualmente propiedad de la trasnacional Benetton. Se realizaron diversas intervenciones en el monumento emplazado en el centro de la ciudad de Buenos Aires, incluyendo el cambio de denominación de la calle que recordaba al genocida, y se imprimió una publicación.
«Todas las tierras las roba Benetton»: Plasmamos en un afiche la denuncia a la empresa Benetton, por el desalojo de la familia Curiñanco, que junto al resto de las comunidades mapuches son los legítimos poseedores de las tierras ayer y hoy rapiñadas. Para hacer frente a las críticas, Benetton creó un museo etnográfico en la zona (que por otro lado forma parte de los circuitos turísticos) donde se exhiben las tradiciones culturales (GAC: Grupo de Arte Callejero, desde el 13 de octubre de 2003 hasta junio de 2004).