3.2. TEOR/ética
«El Caribe es un espacio de la imaginación. La cartografía no es más que uno de los signos que marcan el origen de un principio circular en expansión, que conforma una idea y demarca, más allá de la geografía, un territorio mental. El Caribe toma su nombre de una etnia indígena que recorrió y dominó una amplia zona localizada tanto en las islas como en el continente, la cual fue posteriormente exterminada por la conquista. Posee como nuevo vórtice la fibra de la sangre negra, africana, que no solo abarca toda la cuenca interna, sino que marca sus identidades y determina sus tensiones históricas desde la colonia, pasando por el período postcolonial, en algunos casos republicano, y hasta los tardíos procesos de independencia en las islas. Esta fibra negra se teje desde el Sur hasta el Norte del continente y es la base de la neoamérica de la que ha hablado Edouard Glissant en su Poética de la Diversidad».
«Nosotros no tenemos opción: desde un primer momento en que la producción latinoamericana empieza a ser desmitificada, des-exotizada, hasta el día de hoy, negociar la adecuada visibilización de nuestra producción artística ha sido una de las tareas principales de los curadores emergentes del continente, (y emergente no es sinónimo de juventud en este caso). Esta labor justamente es la que ha desconstruido y reconstruido la historia reciente, cuestionando parámetros y condiciones impuestas desde fuera. O sea que el trabajo curatorial y teórico parte, en gran medida, de interrogantes continuas sobre realidades y sobre escenarios posibles, y no de afirmaciones».
TEOR/ética es un espacio ubicado en el barrio Amón, de San José, en Costa Rica. Fue fundado por la artista y comisaria Virginia Pérez-Ratton, en 1999, con la intención de activar procesos de debate crítico en la escena artística local de Centroamérica y el Caribe, promocionar la producción y difusión artística desde ese contexto específico experimentando con el formato expositivo a un nivel artístico, pero también curatorial, y poner en marcha una labor editorial centrada en visibilizar autores y autoras de Latinoamérica –con especial atención a los y las procedentes de Centroamérica y el Caribe– y dedicada a romper con estereotipos y miradas exóticas provenientes de algunos estamentos internacionales.
Pérez-Ratton dirigió previamente el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) de San José y con TEOR/ética puso en marcha un modelo institucional de pequeña escala capaz de operar de una manera más ágil que un museo, pero de forma más estable que una iniciativa independiente precaria. Las actuaciones que apuntalan el proyecto en los inicios son un programa ambicioso de exposiciones y una línea editorial que trataban no solo de mirar hacia el presente a partir de catálogos y diversas publicaciones, sino también de rastrear en el pasado y rescatar figuras históricas locales que han ayudado a redefinir «la contemporaneidad en sus contextos». Ambas actuaciones consolidan a lo largo de una década el espacio de TEOR/ética y activan una confluencia consciente entre arte y pensamiento, desde procesos específicos que surgen de manera directa del contexto cultural y artístico local hasta la muerte de su fundadora, Pérez-Ratton, en 2010. A partir de ese momento, y tras una pausa de un año, el espacio se embarca en una nueva fase en la que entra un nuevo equipo artístico que contará con figuras más jóvenes provenientes de un comisariado conectado a nivel global. En 2011, se incorpora Inti Guerrero como director artístico y, más tarde, en 2015, lo sustituye Miguel A. López como comisario jefe. A partir de ahí, el equipo se configura de una manera más horizontal y se trabaja en diálogo continuo entre los y las responsables de dirección, comisariado y gestión.
La nueva etapa de TEOR/ética sirve también para redefinir y actualizar el papel que desempeña en el ámbito local e internacional. En este sentido, una de las primeras actuaciones del nuevo equipo consiste en generar una «huelga de exposiciones» como respuesta al carácter productivista sin descanso que genera todo programa expositivo. Este gesto de vaciar la sala de exposiciones ayuda a romper con una dinámica atada al montaje y desmontaje de exposiciones y abre un espacio más amplio para la reflexión crítica colectiva, para procesos más largos investigativos y para la labor editorial, que se verá reforzada también en este momento. TEOR/ética sigue luchando contra la invisibilidad de Centroamérica y el Caribe en el contexto global desde la edición. Su intención va dirigida a «ayudar a reescribir las varias historias del arte y a cambiar aún más el lenguaje y los términos de esa discusión» (Espejo, 2017). Para ello, su labor se centra en hacer accesibles algunos materiales clave en la construcción de la escena del arte de esa región, por lo que edita libros con textos del pasado, pero también textos contemporáneos, lo que crea una mirada hacia el futuro que genera nuevas cartografías desde los límites de lo global, además de cambiar las lógicas jerárquicas entre centro y periferia.