2. Formas de lo colectivo. Grupos, contextos y temporalidades

2.4. Erreakzioa-Reacción

«El nombre es un arma de doble filo; en realidad esta palabra es una apropiación del título de un libro de Susan Faludi Backlash (Reacción), y en este libro ella nos habla de cómo no es la primera vez que en la historia la reacción (en el sentido de lo reaccionario), fomenta el temor al cambio como un recurso para evitar una auténtica transformación social: y este parece que es el panorama hacia el que nos encaminamos, por lo que el nombre también funciona como un estado de alerta».

Eraso Iturrioz (1996, págs. 4-6)

«Pretendemos bajo una perspectiva feminista crear encuentros interdisciplinarios que presenten puntos de vista diferentes, así como analizar la realidad contemporánea para reflexionar sobre el estado actual de los sistemas de representación dominantes sobre la mujer, el género y la diferencia sexual».

Eraso Iturrioz (1996)

Vistas de la exposición «Aquí y ahora», de Erreakzioa/Reacción, en el Gabinete Abstracto de Sala Rekalde, Bilbao. Dispositivo de Sala diseñado por Carme Nogueira. Imagen de Carme Nogueira y Begoña Zubero (2008)
Fuente: https://www.cntxt.org/content/aqu%C3%AD-y-ahora-dispositivo-de-sala.

Erreakzioa-Reacción surge en 1994 por iniciativa de tres mujeres artistas (Azucena Vieites, Estíbaliz Sábada y Yolanda de los Bueis) como un espacio para la realización de proyectos entre el arte y el feminismo y con una voluntad de establecer genealogías y crear redes (Erreakzioa-Reacción, 2008, págs. 17-29). El contexto del cual emerge coincide con la explosión colectiva del movimiento feminista, que en la década de los años noventa vivirá una revitalización importante con la irrupción de la teoría queer y el pensamiento poscolonial, que le llevarán a plantearse otras formas de actuación y pensamiento que pongan en crisis la condición heterosexual, blanca y de clase media. Algunas referencias más veteranas serán claves para el colectivo, como las WAC y las Guerrilla Girls desde el contexto de Estados Unidos, pero también colectivos más incipientes que comienzan a trabajar de manera independiente en los noventa y que lo harán en red con otras iniciativas de diversos contextos. Este es el caso del colectivo de mujeres Bildwechsel, de Hamburgo, quienes centraban su interés en la producción en vídeo, contaban con una videoteca y un espacio de trabajo. Tras una colaboración con ellas, Azucena y Estíbaliz decidirán montar Erreakzioa (Vergara, 2005). El grupo permanecerá en activo hasta el 2010 aproximadamente.

Desde sus inicios hasta el año 2000, el grupo dedicó gran parte de su esfuerzo a la edición de fanzines, diez en total, y ha sido una de sus propuestas más representativas y que mejor han definido el trabajo del grupo en relación con las necesidades de una época. Estas publicaciones efímeras se editaron con un ánimo de divulgación del feminismo en el contexto español en un momento en el que no existía dentro del contexto artístico «una tradición feminista suficientemente consolidada con respecto a la práctica y la crítica artística» (Erreakzioa-Reacción, Ibid.). La frustración ante dicha carencia y el deseo de generar una mayor cantidad de cruces entre el arte y el pensamiento y la acción feminista les llevó a desarrollar una línea de trabajo múltiple que propició, entre varias actuaciones, la traducción al español de textos fundamentales que se estaban publicando en el momento, sobre todo, en el contexto anglosajón. Además, el grupo creó un contexto artístico específico a partir de intervenciones como: la invitación a diversas artistas a mostrar su obra, la creación de un tejido social que propiciaba la ocupación de un espacio concreto donde compartir el interés común por los feminismos, un trabajo en red con iniciativas similares del Estado español, pero también con otros colectivos del resto de Europa y de Estados Unidos que a su vez habían sido referentes para el grupo, y, finalmente, una manera de proceder más feminista a la hora de actuar bajo los parámetros de una estructura autoorganizada, ya que el grupo decidió pagar todas sus colaboraciones atendiendo a una voluntad política de remunerar el trabajo de las mujeres y de las artistas (Erreakzioa-Reacción, Ibid.), cosa que en muchas instituciones esto no se daba de manera tan asidua.

Erreakzioa-Reacción empleó el fanzine para diseminar el conocimiento feminista desde el contexto del arte, y mediante este formato ligero editorial y de la estética del DIY (vinculada también al movimiento Riot Grrrl) introdujo temas feministas de relevancia fundamental para la época en un momento en el que en el contexto académico español, por ejemplo, apenas se incluían estudios específicos feministas ni estudios queer en las facultades de arte ni en Humanidades. Los fanzines también exploraban las diversas formas de propiciar encuentros entre feminismo y arte y, por ello, se proponían colaboraciones visuales a artistas, textos y traducciones inéditas sobre cuestiones como «pospornografía, violencia machista, feminismo poscolonial, antimilitarismo e insumisión, música y género, precariedad laboral, medios de comunicación o nuevas realidades corporales» (Erreakzioa-Reacción, Ibid.).

Al margen de los fanzines, Erreakzioa-Reacción llevó a cabo una labor pedagógica más directa a partir de la organización de talleres que giraban en torno a cuestiones referentes a la teoría, la práctica artística y el activismo feminista. A partir de este formato, introdujo el trabajo de autoras teóricas clave y artistas que desarrollaban de manera pionera prácticas feministas. En este sentido, destaca el primer taller titulado «Solo para tus ojos. El factor feminista en relación a las artes visuales» que organiza el grupo en 1997, en Arteleku (Donostia, San Sebastián).

Todos los fanzines tenían como eje teórico principal el feminismo y su sujeto político, las mujeres, si bien ya entonces el grupo «problematizaba y trataba de romper con una idea de carácter esencialista o biológica del término mujer y el binomio mujer/feminidad» (Erreakzioa-Reacción, Ibid.]. De esta forma, se abrían otras vías y espacios para otros feminismos construidos en sintonía con nuevas realidades sociales, políticas, raciales o sexuales que cada vez se hacían más visibles y reclamaban una posición propia dentro de la esfera pública. Debido a este tipo de reflexiones, el grupo fue progresivamente incorporando una perspectiva nueva que propiciaba la intersección entre un feminismo crítico y las políticas queer. Algunas de sus propuestas más tardías darán cuenta de este giro, como son «La repolitización del espacio sexual», «Mutaciones del feminismo» o «La feminidad problematizada».

Al margen de la labor editorial y pedagógica, Erreakzioa-Reacción también organizó programas de vídeo, exposiciones e intervenciones expositivas que, en cierta medida, funcionaban como complejas estructuras de archivo que hacían visible el trabajo de mujeres artistas y autoras feministas.