2.2. Algunos precedentes de vanguardia anteriores a la formulación del comisariado y su relación con la noción de contexto hasta la década de los sesenta
2.2.7. «Exposición Internacional Surrealista» (1938)
Tan solo un año después de la Exposición Internacional de París, y mientras la sensación de guerra en Europa continuaba con el avance del nazismo y el fascismo, Marcel Duchamp se encarga del diseño de la «Exposición Internacional Surrealista», de 1938, en la galería de Bellas Artes de París. La exposición contaba con sesenta artistas de diversos países e incluía trescientas pinturas, objetos, collages, fotografías e instalaciones.
Los artistas surrealistas querían que la propia exposición se convirtiera en un gesto artístico y le pidieron a Duchamp que él lo llevara a cabo. Duchamp así lo hizo y colocó la obra de Salvador Dalí, Rainy Taxi (1938), en la entrada, una obra que consistía en un taxi despidiendo agua con ayuda de los limpiaparabrisas y que acababan mojando las ventanas de la galería, de esta manera, creaba una imagen borrosa del exterior a través de ellas. Los espectadores entraban a la exposición por un pasillo que Duchamp llamó Rue Surréaliste y que estaba flanqueado por dieciséis maniquís, cada uno creado por un artista diferente. Las obras de arte se exhibían en habitaciones mayormente sin iluminación y, durante la inauguración, Man Ray distribuyó linternas para poder observarlas. Pero el gesto más representativo de todos los que llevó a cabo Duchamp fue la simulación de una cueva subterránea en el hall central, conseguida mediante la instalación de un millar de sacos de carbón colgados del techo y que eran iluminados mediante una única bombilla que destellaba constantemente. Acompañaba a este gesto la muestra de obras gráficas, pinturas y fotografías sobre puertas giratorias (Altshuler, 2008, pág. 281).