Conclusiones

A lo largo de este tema hemos abordado la relación entre el comisariado y la noción de contexto analizando las distintas respuestas, primero artísticas y más tarde curatoriales, articuladas desde finales del siglo XIX hasta el presente en torno a la convención del espacio expositivo, o cubo blanco, como un lugar de exhibición neutro aislado de las condiciones exteriores y propicio para ofrecer al público de manera autónoma la obra de arte.

Se han ofrecido algunos primeros ejemplos de vanguardia que dan cuenta de la evolución de la práctica del comisariado a partir de la elaboración de una crítica ante dichos atributos, es decir, ante la supuesta neutralidad y atemporalidad del espacio expositivo. A partir de estos primeros gestos, se han introducido los inicios de la práctica curatorial a partir de la década de los sesenta, iniciativas que comparten igualmente un impulso crítico ante el confinamiento de la obra de arte en el espacio expositivo. De esta forma, a partir de este momento, y hasta finales de la década de los noventa, muchos proyectos curatoriales se centrarán en abrir nuevos contextos de intervención artística. Como consecuencia, el espacio expositivo, o cubo blanco, será entendido como un espacio más para el desarrollo de la práctica curatorial. Esta realidad en ocasiones parecerá plantear el abandono definitivo del cubo blanco como si hubiera habido un éxodo sin retorno.

Los 2000 traerán consigo diversas tendencias que influirán directamente sobre el comisariado, por un lado, su profesionalización, por el otro, su expansión global. La bienalización del arte contemporáneo que se hace evidente desde mediados de la década de los noventa hará que algunos autores y autoras perciban aquí un retorno al cubo blanco, un cubo blanco que sin embargo ahora está globalizado. Sin embargo, en todo este viaje de ida y vuelta alrededor del espacio expositivo, han tenido lugar muchas transformaciones, se ha desarrollado un cuerpo crítico alrededor del comisariado y los contextos del arte. Esto provocará que el retorno al cubo blanco traiga consigo todo este bagaje.