3.1. Introducción
La configuración reciente del mundo del arte en un sistema de instituciones interconectadas –una red compuesta por universidades, galerías, museos, revistas, editoriales, casas de subasta, ferias de arte, centros de arte, bienales, festivales, páginas web, plataformas en línea– favorece la centralidad del comisariado. Se trata de un sistema en el que se priorizan cuestiones como la conectividad, la flexibilidad y la participación y en el que los comisarios destacan por su capacidad para responder, adaptarse y mediar. La comisaria es, al fin y al cabo, una figura móvil, transdisciplinar y con vocación comunicativa que gana importancia en un escenario de rápidos cambios donde se priorizan los resultados más visibles.
Sin embargo, esta figura profesional no siempre ha disfrutado de tal reconocimiento ni poder. Aunque el rol de comisario, como veíamos en el apartado 1, existe y es reconocido como tal desde la década de los sesenta, es a partir de la década de los noventa, y ligado a la importancia de las exposiciones colectivas como las grandes bienales, cuando se genera un nuevo escenario. Para el comisario e investigador Paul O’Neill, se trata de un proceso que va desde la «desmitificación» a la «visibilidad» y a la «supervisibilidad», es decir, una evolución que pasa por querer saber más y exigir mayor transparencia acerca de las decisiones que se toman dentro de los museos a una situación en la que los comisarios van ganando más y más protagonismo. En la actualidad, y a pesar de movimientos en el sentido contrario (hacia la horizontalidad y los procesos colaborativos), existe una economía de la reputación alrededor de los comisarios que en ocasiones se parece a la de las celebridades.
En este apartado, empezaremos por señalar cuáles son las principales actividades profesionales del comisario, tanto las vinculadas al desarrollo de contenidos como las ligadas a la producción, coordinación y comunicación. Este marco nos servirá para adentrarnos en el protagonismo de esta figura y analizar su papel dentro del mundo del arte. Para ello, nos centraremos en la relación entre el comisario y el concepto de autor por medio de la evolución de la función curatorial desde la década de los sesenta hasta la actualidad. Mediante estos distintos paradigmas en la evolución del discurso curatorial entenderemos mejor la no siempre fácil relación entre comisarios y artistas. Para finalizar, dedicaremos especial atención al fenómeno del artista como comisario y distinguiremos entre aquellos creadores que deciden autoorganizarse para mantener el control sobre la presentación de su trabajo y aquellos que son invitados por las instituciones para comisariar exposiciones a partir de sus fondos o replantear la colocación de sus colecciones.