2.1. Introducción
El ámbito del comisariado ha experimentado un creciente interés en su propia historia. Como parte de esta autoexaminación, la recuperación y el estudio de las exposiciones del pasado se ha consolidado como nueva área de conocimiento separado de la historia del arte tradicional. La exposición –la reunión en un mismo espacio (ya sea físico o virtual) y bajo un discurso común de una serie de objetos, ideas, imágenes, programas o acciones– sigue siendo el dispositivo curatorial más privilegiado. A ello se une el reconocimiento de la importancia de las exposiciones en la construcción de la historia del arte contemporáneo en diversas antologías dedicadas a seleccionar y recopilar información acerca de las muestras «más influyentes»3. Esta voluntad por reconstruir la historia de las exposiciones también se percibe, como veremos en relación con «When Attitudes Become Form», en la recreación tridimensional de muestras icónicas en las salas de instituciones museísticas distintas a las que originalmente las produjeron; o, asimismo, en la propensión a «dar la palabra» a sus comisarios mediante la publicación de entrevistas, o incluso en exposiciones dedicadas a analizar sus trayectorias («Seth Siegelaub. Beyond Conceptual Art», Museo Stedelijk, 2016).
Describir y analizar exposiciones pasadas implica una serie de limitaciones. La mayoría de las exposiciones son disposiciones espaciales de objetos e ideas a las que, una vez terminadas, solo podemos acceder por medio de fotografías planas o, con suerte, planos y maquetas. Además de los catálogos, otros documentos textuales, como contratos o distintos tipos de correspondencia, también permiten reconstruir el proceso de creación de una exposición. Cuando estas no son institucionales, sino organizadas, por ejemplo, por colectivos de artistas en espacios independientes, las declaraciones de los participantes y del público son fuentes primarias de gran importancia. Además, la introducción del vídeo como parte de la documentación y las visualizaciones en 3D que más y más instituciones incorporan a sus webs, nos permiten nuevos acercamientos que se suman a las exposiciones o muestran específicamente concebidas para ser visitadas en remoto o por internet.
Espacios independientes
Los espacios independientes suelen ser iniciativas de grupos informales de artistas o personas interesadas en el arte, a veces organizadas en asociaciones. Surgen en gran medida como reacción frente a las galerías comerciales y a los espacios institucionales dependientes de organismos públicos (Ayuntamiento, Gobierno central) o privados (fundación de un banco). En el mundo anglosajón se les conoce como non-for-profits (‘sin ánimo de lucro’) o artist-run-spaces.
A continuación, vamos a ver en algo más de detalle cinco ejemplos de exposiciones icónicas y proyectos expositivos representativos que han marcado la historia reciente del comisariado. Este recorrido no estrictamente cronológico nos permitirá conocer a algunas de las figuras más significativas del comisariado desde la década de los sesenta hasta la actualidad, entender las transformaciones experimentadas por el formato expositivo durante este periodo, así como establecer cómo de cercana es la relación entre las exposiciones y los contextos geopolíticos contemporáneos. También advertir que aquí nos centramos en los aspectos curatoriales de estas propuestas y, por lo tanto, dedicaremos menos atención a discutir individualmente las obras incluidas.
3. Bruce ALTSHULER (2013). «Biennials and Beyond: Exhibitions that Made Art History, 1962-2002». Londres: Phaidon Press y Jens HOFFMANN (2014). Show Time: the 50 Most Influential Exhibitions of Contemporary Art. Londres: Thames & Hudson.